Negocios Volver al Blog

¿Puede el Nearshoring traer de regreso a tu proyecto de entre los muertos?

14 minuteminutos readde lectura
Rafael Ríos
ByPor Rafael Ríos

Rate this post

Como en el cine 

El cine hollywoodense de los ochentas y noventas produjo muchos éxitos taquilleros basados en uno de los deseos más codiciados por el género humano: volver a la vida después de la muerte, en un intento por continuar planes y proyectos, o por el simple hecho de seguir disfrutando de los placeres terrenales o la compañía de los seres queridos. 

Así por ejemplo, tenemos el caso de la muy célebre y aclamada historia de Stephen King, y un best seller de todos los tiempos: Pet Sematary, en la que ante una niña muy triste por la muerte repentina de su mascota, un lindo gatito, su padre decide, siguiendo los consejos de un viejo local, enterrarlo en un antiguo cementerio olvidado en donde aquellos seres que son depositados bajo tierra, volverán a la vida, aunque con comportamientos extraños o inesperados. 

Aunque también hay otra clase de películas, mucho más alentadoras al respecto como Buffy the Vampire Slayer, que a través del humor y un argumento más bien chusco introduce una idea interesante: existe alguien capaz de protegernos con entusiasmo y belleza de los no muertos y sus negatividades. 

Y en el sector empresarial este tipo de historias tienen una curiosa correlación: el Nearshoring, una modalidad de trabajo que a últimas fechas y en ciertas empresas como WebCreek, se ha convertido en una estrategia para salvar a los proyectos de software de una muerte inminente, o bien, para ser como Buffy, el Nearshoring permite que proyectos que podrían tener precios inalcanzables en algunos países del norte, no caigan en el olvido ya que las ventajas de esta estrategia reducirán los costos del proyecto sin afectar la calidad final. ¿Pero, de dónde vienen todas estas ideas? Repasemos un poco la historia y tradición que se mantiene presente en las festividades que honran a nuestros antepasados en estas fechas.

Conectar y acercar a los vivos y a los muertos

Cada cultura en el globo celebra de maneras diferentes y específicas a sus difuntos, y es que perviven las creencias de que durante estas fechas, coincidentemente con el equinoccio de otoño y el cambio de estaciones, las dimensiones entre los seres vivos y los muertos se diluyen, y es posible una comunicación e incluso una interacción entre ambos reinos. En Camboya, por ejemplo, el día de los ancestros, que se refiere a la apertura de las puertas del infierno, permite a las almas de los condenados que aún no reencarnan, convivir un año más entre los no muertos.

La entrada al otoño en el hemisferio norte implica no solamente un cambio de temperatura y horarios, es también la época del año en que las culturas en esa región del mundo celebran festividades relacionadas con el fin de la cosecha y los nuevos ciclos de siembra: básicamente la vida y la muerte. Aunque algunas otras celebraciones como el Obón en Japón, consisten en una celebración para honrar a los difuntos con bailes, canciones y faroles luminosos que se lanzan al cielo nocturno para anunciar la trascendencia de los espíritus al otro reino.

Es bien sabido que desde los orígenes de las civilizaciones humanas, el cese de la vida es un tránsito hacia otro plano de existencia diametralmente opuesto en el que desempeñamos nuestra cotidianidad y, mediante ideas y símbolos particulares se llevan a cabo una serie rituales encaminados a traer, así sea momentáneamente, a la vida una vez más a los seres difuntos. Por lo que en países latinoamericanos como Ecuador, la colada morada y el guagua de pan (un bollo con forma de niño o animales) se consume en estas fechas para llevar a la boca la memoria de los que ya no están entre nosotros.

Halloween y Día de Muertos

En la cultura celta, por ejemplo, se le llama all hollows’eve, (hoy en día halloween) a la media tarde del 31 de octubre de cada año y el ocaso del día siguiente, período en el que la frontera entre vivos y muertos desaparece y ambos pueden convivir, mediante invocaciones y disfraces. Emparentada con la celebración irlandesa del Samhain, que conmemoraba el fin de la temporada de cosecha y que se ha celebrado desde hace cerca de 3000 años atrás, esta celebración que de alguna manera anunciaba el fin de un ciclo agrícola y el paso a una época de frío y oscuridad, es decir, de una muerte ritual, en nuestra era digital se ha trastocado hasta considerarse algo pagano, y por lo tanto, se ha vinculado con ideas malignas y perversas de las que Hollywood ha creado otra clase de cultos contemporáneos

Mientras tanto, en México se celebra a principios de noviembre una festividad que mezcla la idea del cristianismo que lo considera un día especial para honrar a los fieles difuntos y la idea prehispánica de las festividades en honor a los señores del inframundo. A últimas fechas ha derivado en algo diferente a lo tradicional por causa de la mercadotecnia: el Día de Muertos, en el que durante dos días, se visitan los cementerios para convivir junto a la tumba de los seres queridos, y en las casas mediante altares y ofrendas se recibe la visita de los difuntos familiares. Adicionalmente, la gente se pinta el rostro y se disfraza de catrinas y catrines (aunque ignoran el sentido profundo de esa implicación) y esperan con ansia lo que han visto en películas como 007 Spectre y Coco

Hallo-Web…

Y por increíble que parezca, en internet también hay fantasmas deambulando, aunque se trata de algo muy diferente. El año pasado, un popular sitio dedicado a la publicidad desenmascaraba los nombres de una serie de empresas de páginas web que estafaban a los anunciantes con unas estadísticas de tráfico y visitas desorbitadas. El tráfico existía y las visitas también. Sin embargo, no eran humanos. Eran lo que la industria digital llama tráfico fantasma. Computadoras que navegan por Internet e imitan la conducta humana. Y es que así como ese tipo de fraudes publicitarios, muchos proyectos tecnológicos pueden morir en el intento, y es entonces cuando las estrategias laborales adecuadas y oportunas pueden devolverlas a la vida de entre los muertos.

Volver a la vida

El concepto de Nearshoring no es algo nuevo. Por muchos años las empresas han sabido aprovechar sus beneficios: alineación de zona horaria, costos más bajos y facilidad para la colaboración, entre otros, promoviendo un crecimiento sustancial de ese sector en los últimos 15 años. Este sistema ayuda a las empresas a hacer la transición hacia lo digital y proporciona la base para la creación de experiencias de usuario de calidad.

Nearshoring se deriva de offshoring, mecanismo por el cual una empresa transfiere sus procesos de negocio o de tecnología a terceros ubicados en destinos lejanos, con el fin de reducir costos, y es por extensión la prestación de estos servicios desde países cercanos al país contratante, generalmente compartiendo fronteras. Al subcontratar servicios con empresas de un país cercano, la organización conseguirá mayor control de la calidad y reducción del tiempo de producción. Asimismo, alcanzará un mejor conocimiento del mercado y de la demanda.

Vecinos y beneficios

Una de las grandes ventajas de esta estrategia es el amplio caudal de conocimiento técnico que existe en países de latinoamérica, los bajos costos laborales y que los trabajadores locales hablan el mismo “lenguaje” que los clientes, comprenden los matices culturales y quizás hasta viven en su misma franja horaria. Para las grandes empresas tecnológicas, mudar empleos a países más cercanos, podría evitar crisis operativas que ocurrirían en destinos como Asia.

Según Forbes México: “las nuevas tecnologías en los países desarrollados y emergentes generarán innovación con mayor productividad, lo que permite desarrollar en ellos, productos que antes no era posible, rediseñar productos existentes o crear nuevos productos desde cero.”

“México es, junto a Canadá, el principal destino de las empresas americanas para realizar nearshoring. Por ello, y según el Reshoring Initiative Report 2017, las importaciones de México a EEUU llevan un 40% de componentes producidos en EEUU, mientras que las importaciones de China solo un 5%.” 

Del costume software al Custom Software 

Muchas compañías tecnológicas prometen realizar software a la medida y gusto de los clientes, pero tan solo disfrazan sus intenciones y entregan un boceto aproximado para intentar complacer una necesidad, aunque en realidad ajustan softwares ya existentes, que no tienen el alcance suficiente para cumplir con los requerimientos que un auténtico software personalizado ofrece. Y es que como en el Halloween, se disfrazan y piden dulce o truco.

Por lo que además del Nearshoring, WebCreek ofrece software personalizado, cuyas actualizaciones y soporte técnico está incluído como parte del paquete y de por vida, ya que se trata de programas específicos y únicos para la empresa que los solicita. Por lo demás, su eficiencia está garantizada, pues los testers se asegurarán de que funcione exactamente para lo que fue concebido. 

Además, cada vez que un cliente particular tiene alguna necesidad específica, WebCreek asigna a un líder de proyecto quien se encargará, por principio de cuentas, en entender exactamente cuáles son los requerimientos, y entonces echará a andar mediante instrucciones precisas al desarrollador o equipo concreto para lograr eso que el cliente imagina y su empresa requiere. El Custom Software de WebCreek es además tan acorde a las necesidades de cada cliente, que algunas creaciones han merecido el reconocimiento de empresas de logística y sectores tan específicos como el de la industria del gas y el petróleo. 

Así que en resumidas cuentas, estos son algunos de los puntos clave de los temas expuestos en este artículo:

  • El Día de muertos incluye rica comida, mientras que el Halloween se limita solo a dulces y golosinas.
  • El Nearshoring es más competente que el offshoring, y acerca culturas, lenguajes, talentos y horarios para una mayor eficacia. 
  • En el Halloween uno se disfraza y hace travesuras, en Día de Muertos hay que recoger la ofrenda tarde o temprano. 
  • El Nearshoring puede darle aire fresco a tus proyectos muertos, ¿por qué no les das una segunda oportunidad?